Impulso del primer sector
Se persigue que en estas experiencias de comedores escolares, el consumo público colectivo sea tractor del sector primario en estas comarcas y contribuya a la dignificación de las condiciones de vida de las y los baserritarras.
Al estar la producción y la venta planificada para un consumo colectivo, el margen de beneficio de este modelo de comercialización es mayor que el modelo agroindustrial en el que los numerosos intermediarios condicionan el precio final.
Ante el modelo agroindustrial convencional, un modelo de consumo directo, local, planificado y con el menor número de intermediarios posibles, contribuye a que las personas productoras puedan hacer que su explotación sea viable.
Queremos impulsar una relación directa entre las personas productoras y las consumidoras empoderando a éstas y creando tejido económico y social local.
Respeto por el medioambiente
Objetivo de estas experiencias es también el respeto por el medio ambiente y por tanto nuestra apuesta por la producción ecológica es clara. Este modelo de comedor escolar ayuda a reducir las emisiones de CO2, el uso de plásticos y de químicos que contaminan el Medio ambiente.
Alimentación saludable
La alimentación saludable es un derecho humano básico. En un mundo en el que la producción industrial de alimentos es cada vez mayor, y sus propiedades nutricionales son cada vez menores, creemos que las redes de consumo local y ecológico son una de las estrategias para avanzar en una mejor alimentación de la sociedad.
Soberanía alimentaria
Un modelo de consumo de cercanía, ecológico y cómplice con las personas productoras, contribuye al desarrollo de modelos alimentarios más justos, reduciendo las repercusiones negativas en países del Sur.
Impulso pedagógico
Además de la repercusión pedagógica en el alumnado, estas experiencias de consumo colectivo en los comedores escolares tienen un impacto didáctico en la sociedad y repercute en el modelo de consumo privado de las familias.